Pablo Colangelo, el argentino que se convertirá en habitante temporario de Grottole

Pablo Colangelo (35) se enteró del Sabático Italiano por un artículo periodístico. Al principio dudó en postularse, pero su novia Lorena lo convenció de participar: sin duda, mudarse tres meses a un rincón casi deshabitado de Italia era una gran oportunidad para escapar de la ciudad y dejar una huella en la comunidad de Grottole, un pequeños pueblo ubicado en la provincia de Matera.

Ingeniero en Software, Pablo trabaja de forma independiente y vive en el barrio porteño de Monte Castro. Se describe así mismo como un apasionado de los viajes auténticos, por eso le pareció que la iniciativa coincidía mucho con su forma de viajar: “No hago tanto turismo clásico. Me gusta mucho ir a ciudades chicas. Trato de concentrarme más en pequeños pueblos, quizás no tan masivos, y que muchas veces tienen cosas súper interesantes para mostrar”.

Entre más de 280.000 solicitudes de todo el mundo, donde solo 40.000 fueron de la Argentina, Pablo fue elegido para sumergirse en Grottole y disfrutar del Sabático Italiano. “Me mandaron un correo diciéndome que había quedado preseleccionado. En marzo tuve una entrevista en inglés y a los pocos días, me dijeron que tenía que hacer una segunda entrevista. En realidad me estaban grabando por Skype mientras me anunciaban que había quedado seleccionado ¡No lo podía creer! Mi reacción y las de los otros voluntarios se puede ver en la página oficial de The Italian Sabbatical”.

A principios de junio, Pablo y los otros cuatro voluntarios seleccionados se mudarán a Grottole para convertirse en habitantes temporarios y ayudar a revitalizar el centro histórico del pueblo, que sólo cuenta con 300 habitantes y tiene 600 casas deshabitadas.  Allí se sumergirán por completo en la vida de la comunidad, comenzando su viaje con una capacitación de un mes, liderada por los residentes. Luego, se convertirán en Co-Anfitriones de Alojamientos y Experiencias junto a Wonder Grottole.

“Vamos a aprender sobre la cultura de este lugar, los oficios autóctonos como la agricultura, la apicultura, la producción de aceite de oliva, los secretos de la cocina italiana, entre otras. Después, vamos a dar experiencias de Airbnb a los turistas y viajeros que se acerquen. Y ese dinero va a estar destinado a la ONG Wonder Grottole para restaurar el casco histórico de la ciudad” agrega Pablo.

El Sabático Italiano tiene un doble desafío para Pablo: además de ayudar a revitalizar Grottole, Pablo tendrá la oportunidad de ir a Brienza, el lugar donde nació su abuelo, ubicado a menos de 100 KM. “Formar parte de esta iniciativa tan importante a nivel mundial para mí es un desafío personal muy grande. Me gustaría devolverle a Italia todo lo que los italianos nos dieron a nosotros los argentinos. Mi abuelo siempre estuvo muy agradecido con las oportunidades que le dio este país.”